JUAN LUIS VIVES (1492-1540)

1.      Su vida

Nació en Valencia en 1492 y murió en Brujas en 1540. Vivió la mayor parte de su vida fuera de España, de la que marchó tempranamente en 1511 a París, tal vez debido a su condición de converso y a la persecución contra sus padres (todos sus  ascendientes paternos eran judíos y gran parte de ellos fueron exterminados por el Santo Oficio con la confiscación de sus bienes). En París estudia en los Colegios Beauvais y Montaigu.

En 1512 se traslada a Brujas donde residirá habitualmente. Fue preceptor de Guillermo de Croy que iría a España en el séquito de Carlo I y nombrado después Arzobispo de Toledo. Sería profesor en la Universidad de Lovaina (1519). De esta época data su amistad con Erasmo de Rotterdam y Tomás Moro. Participa en la edición de las obras de San Agustín, promovida por Erasmo, y se encarga de comentar “La ciudad de Dios”.

En 1523 viajó a Inglaterra en donde el Rey Enrique VIII le nombró preceptor de la princesa María Tudor y lector de la reina Catalina de Aragón. Enseñó en el Corpus Christi de Oxford. En la cuestión del divorcio de los reyes, se puso de parte de la reina Catalina, pero sin enfrentarse con el rey, por lo que volvió a Brujas en donde permaneció hasta su muerte.

      2.      Sus libros

Entre su abundante producción literaria podemos destacar los siguientes libros:

En  “De concordia y discordia en el humano linaje” formula su pacifismo invocando a Cristo como imagen de una humanidad que ha llegado a la concordia más perfecta entre todos los hombres y entre Dios y el hombre. Dice que

“¡Ojalá que Dios me hiciera ver algún día a la España que me engendró y a la Francia que me educó…como concursantes a un premio, no para decidir quien tuvo más odios y crueldad o quien causó más daños y desgracias…sino para decidir cuál de las dos es más culta, cuál más prudente, más humana, más santa y más dada a la piedad!

A este tema del pacifismo corresponde también “De la pacificación”, ”De la insolidaridad de Europa y de la guerra contra el turco”, y “De la condición de los cristiano bajo el turco”.

En su etapa inglesa publicara “De institutione feminae christianae” “Introductio ad Sapientiam”.

Su gran obra humanista y de pensamiento es “De disciplinis”, auténtica enciclopedia para su época,  en la que se ocupa de los distintos estudios de gramática, retórica, dialéctica, filosofía natural, medicina, matemáticas, filosofía moral y psicología. Está dividida en tres partes: las causas de la corrupción y degradación del saber; las medidas necesarias para la reforma; y su doctrina lógica y metafísica. Como curiosidad para nuestro tiempo, señaló como causas de la corrupción de los saberes: la soberbia de los estudiosos, la búsqueda de un fin útil en vez de la pesquisa desinteresada de la verdad, el abuso de las polémicas, el exceso de veneración por las autoridades, el no acudir a los textos originales, la falta de método adecuado al estudio, entre otras muchas.

Su libro sobre “De ánima et vitae” sobre psicología, le ha valido el título de padre de la psicología moderna.

      3. La dignidad humana

La idea de la dignidad humana aparece insistentemente en la obra de Vives y de manera especial en sus libros “Vigilia in Somnium Scipionis”, “Fabula de homine” “De subvencione pauperum”. En este último describe la condición humana diciendo: “El Hacedor de todas las cosas, Dios Nuestro Señor, usó de una maravillosa generosidad en la creación y formación del hombre, de modo que ninguna cosa hubiese ni más excelente debajo del cielo ni más grande que él en la redondez de este mundo sublunar que está sometido a su poderío; diole cuerpo sano y robusto; muy saludables alimentos, que se hallan en todas partes; entendimiento agudísimo, y un alma toda rectitud y probidad muy a propósito para el comercio y la comunicación de la vida”. Junto a ello también destaca Vives, como era normal en la cultura renacentista, la necesidad y miseria del hombre  que no excluye la dignidad sino que la sirve de complemento.

      4.      Sus aportaciones humanistas a la historia del pensamiento

Algunas aportaciones de su pensamiento pueden resumirse de la siguiente manera:

-En sus estudios sobre el alma, no le interesa tanto definir o examinar su naturaleza como investigar sus manifestaciones, cuáles son sus operaciones, aplicando la inducción a los problemas psicológicos y descubriendo el valor de la introspección.

-Destacó la importancia del elemento práctico en el conocimiento. Decía que el estudiante no debe avergonzarse de entrar en los talleres y factorías, ni de interrogar a los obreros para conocer los pormenores de sus oficios.

-Formuló una “teoría de las anticipaciones” sobre el origen del conocimiento. Las anticipaciones son una serie de informaciones naturales que recibimos directamente de la naturaleza o de la existencia sensible. No son las ideas innatas de Platón, sino  huellas indelebles que la experiencia corporal deposita en nosotros desde el primer momento y sirven de base al conocimiento posterior. Vives las llamo “semillas del saber”.

-Doctrina del sentido común. Distingue entre juicio natural y juicio artificial. El primero reúne toda una serie de anticipaciones por las que el espíritu funciona como nociones comunes de consentimiento universal. El segundo, a partir de tales nociones comunes, desarrolla el juicio personal mediante la conexión de unas con otras, por lo que difiere de unas personas a otras. Se trata de la asociación de ideas

-Realizó un estudio empírico de la memoria y de los temperamentos. Distingue dos clases de memoria, la de “recoger” y la de “retener”. Los temperamentos pueden ser húmedos y biliosos. Los primeros aprenden fácilmente pero no retienen; los segundos son más aptos para retener que para recoger. Señaló que “la memoria adquiere gran vigor con el ejercicio y la reflexión frecuente… Ninguna otra función el alma pide, como esta, el propio cultivo, pues las dotes del entendimiento no se deterioran con la interrupción o el descanso, sino que se restauran y adquieren mayor vigor… La memoria que no se ejercita se embota y se hace más tarda cada día y más floja por el ocio y la quietud”

Fue el precursor de la psicología diferencial y de la orientación profesional, al reconocer la necesidad de distinguir las diferentes aptitudes y de espíritu que hay en los hombres, pero ese conocimiento no se encauza hacia la preparación profesional sino hacia la sabiduría práctica de la vida y hacia la perfección moral.

-En el libro III de su obra “De anima et vitae” desarrolla una teoría de las pasiones, inspirada en Santo Tomás. Las define como actos de las facultades otorgadas a nuestra alma por la naturaleza para seguir el bien y evitar el mal. Las pasiones de veneración, respeto, misericordia, simpatía, alegría, deleite, risa, disgusto, desprecio, ira, enojo, envidia, celos, indignación, tristeza, lágrimas, miedo, esperanza, pudor, orgullo, pueden todas reducirse al amor y la odio.

-Algunos autores (Menéndez Pelayo, Bonilla San Martín) han visto en la teoría del conocimiento de Vives un precedente de la doctrina de Kant.

En resumen, la doctrina de Vives es típica del Renacimiento y del humanismo renacentista de Erasmo. Su pacifismo, la crítica a la autoridad, la preocupación por el hombre, la vuelta a las fuentes clásicas, la defensa de la observación y la experiencia como método de conocimiento, el espíritu crítico y curioso para todas las novedades, su condición de precursor de doctrinas posteriores, así lo avalan.

Notas tomada de Jose Luis Abellan, “Historia crítica del pensamiento español”, Tomo 2 “La edad de oro (siglo XVI)”. Ed. Espasa Calpe. Madrid 1986, pags 108 y ss.

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