Jornadas Humanismo y Sevilla como puerta al Nuevo Mundo. Octubre de 2025
Alojamiento.
Las jornadas se han desarrollado en el Convento del Espíritu Santo, situado en la Calle Dueñas 1 de Sevilla. Está regido por las monjas Comendadoras del Espíritu Santo, Orden fundada en el siglo XII por el Beato Guido de Montpellier bajo la regla de San Agustín. Fue aprobada y confirmada por el Papa Inocencio III el 25 de abril de 1198.
En el siglo XVI se compran unas casas contiguas al convento para fundar el colegio de las Niñas Nobles que hubieran pasado a la pobreza. Durante el siglo XVII se realizaron importantes reformas. Sobrevivió durante el siglo XIX a la invasión francesa y a la desamortización. En los años 70 del siglo XX se transformó en Colegio de Enseñanza Primaria.
En la actualidad es la Casa de Espiritualidad «Sancti Spíritus» y tiene como finalidad la oración y la caridad.
Primera conferencia.
Después de la cena, el presidente de la Fundación, José Pardo de Santayana, pronunció unas palabras de bienvenida y agradecimiento: a todos los asistentes por haberse trasladado desde Madrid, a Ana y Reyes Millán, porque han sido las auténticas organizadoras de las Jornadas, a los patrocinadores de las Jornadas (la UNIR, Preventiva de Seguros, Fundación Universidad Villanueva) y a Cintia Lamela.
A continuación, pasó a exponer las líneas generales del programa que iba a ser desarrollado en las jornadas, agradeciendo a las Madres del Convento su acogida. Destacó del programa la conmemoración del Centenario de la Exposición Universal de Sevilla de 1929, el Archivo de Indias, como el Archivo más importante del mundo sobre Hispanoamérica y el magnífico concierto que iba a tener lugar en la antigua Capitanía General.
Dio la palabra a D. Ignacio Trujillo Berraquero, Abogado, historiador de Arte y profundamente enamorado de su ciudad, y a quien le resultaba un honor hablar a los miembros de la Fundación pues admira profundamente la figura de Tomás Moro.
Comenzó dando una visión histórica de Sevilla, ayudado con la proyección de unas interesantes diapositivas, y fue recorriendo todas las etapas por las que había pasado la ciudad, empezando por su situación geográfica y la navegabilidad del rio Guadalquivir. Tartessos, cartagineses, hasta llegar a Roma, cuyos restos, como los mosaicos, las murallas, columnas y capiteles todavía pueden encontrarse. También se encuentran columnas romanas adosadas a edificios, como mostró en las diapositivas.
Explicó el significado de “Non Plus Ultra” como fin del mundo y como después del descubrimiento de América quedó en “Plus Ultra”. Los cimientos de la Giralda fueron rellenados con material de desecho de los romanos.
Destacó la importancia de S. Leandro y S. Isidoro en tiempos de los visigodos y como el libro de este último “Etimologías”, que fue escrito en la ciudad, fue una atentica recopilación del saber de su tiempo.
La llegada de los musulmanes supuso un cambio radical para la ciudad. Inicialmente dependía del Califato de Córdoba, hasta que se constituyó en reino independiente. La ciudad se llenó de palacios árabes, pero en 1248 Fernando III la conquista y a requerimiento de su hijo Alfonso X el Sabio, no se destruyen ninguno de los palacios o edificios. La ciudad era inexpugnable y solo se la pudo conquistar asediándola durante meses y meses y con hambre. Se construyen varios puentes sobre el Guadalquivir y se construye también una gran Catedral, así como 24 Iglesias mozárabes. Ello supuso la recristianización de la ciudad.
Y llega el descubrimiento de América y con ello el esplendor de la ciudad, pues es el puerto obligado y además se crea la Casa de la Contratación para todos los asuntos relacionados con el nuevo continente
También llega el Renacimiento y después el Barroco y el conferenciante muestra las numerosas Vírgenes de la época. Terminó señalando el carácter también pintoresco de Sevilla, su condición de ciudad de Exposiciones Universales (1929, 1992) y la ciudad moderna (las Setas).
A continuación, se abrió un animado coloquio.
Misa de 8,00 h en el Convento.
La mayor parte de los asistentes a las Jornadas participaron en la Eucaristía que se celebró en el Convento a las 8 de la mañana. Es de destacar, pues fue una de las grandes sorpresas de las Jornadas. Habíamos quedado con una de las monjas a las 7,50 horas para evitar tener que salir a la calle. Por unos pasillos recoletos de los que tienen todos los Conventos, la Madre nos llevó hasta la Iglesia, y aquí se produjo aquella sorpresa.
Nos encontramos con un retablo mayor barroco, impresionante y magnífico de finales del siglo XVIII, que se encuentra presidido por una imagen de la Inmaculada del siglo XVII. A los pies hay un manifestador neoclásico, todo ello decorado con cuatro grandes estípites y numerosos ángeles. Le acompañan los Santos Juanes, los relieves San José y San Joaquín y en el ático la avenida del Espíritu Santo y la Trinidad, con las imágenes de San Agustín y Santa Tecla.
Segunda conferencia.
Nos trasladamos al Real Círculo de Labradores y Propietarios de Sevilla donde tendrá lugar la segunda conferencia a cargo de D. Julio Cuesta Domínguez con el título “Sevilla entre dos grandes exposiciones”. El Sr. Cuesta fue Director de Relaciones Institucionales de la Exposición Universal de 1992, Comisario de su 25 aniversario, y en la actualidad es Comisario del Centenario de la Exposición Iberoamericana de 1929.
Hizo su presentación el Sr. Pardo de Santayana, destacando la condición de Dr. en Sociología del conferenciante, así como el haber sido Pregonero de la Semana Santa de Sevilla. Además de las responsabilidades que asumió en la Expo´92, destacó las que ha asumido en la actualidad con la conmemoración del centenario de la Exposición de 1927.
Comenzó el conferenciante con una frase: “la luz se quiebra”, para considerar a Sevilla como la capital del mundo de la poesía. Destacó como la experiencia de la Expo´92 había sido apasionante y gracias al trabajo en equipo se había conseguido que hasta Rusia firmase su participación.
Destacó también el impacto que dicha exposición había tenido en Sevilla, pues 600 empresas se han establecido en la Parque Tecnológico que facturan 6.000 millones de euros, mientras que el coste fue de 687 millones de pesetas. La idea que presidió la Expo´92 fue la de conmemorar el Descubrimiento de América en 1492 y fue un enorme éxito: 120 países participantes, 41 millones de visitantes, el AVE a Sevilla con financiación europea (se dijo entonces que había que hacer primero el AVE a Sevilla pues si se hacía primero el AVE a Barcelona, Sevilla se quedaría sin él), se modificaron las infraestructuras, tuvo gran impacto en el ámbito hotelero, impacto en el territorio, etc.
Las Exposiciones similares celebradas en Tokio, Bruselas o Singapur, no quedaron en nada. Pero los restos de Cristóbal Colon fueron el motivo de que se trasladaran de Cuba a Sevilla y ahora están en la Catedral. La diferencia con otras Exposiciones es que en Sevilla la Expo se incorpora a la ciudad. Así se construyeron 9 puentes sobre el rio Guadalquivir.
La Expo´29 y su centenario pretendían alcanzar el éxito de visitantes y el éxito económico. Tales éxitos se debieron, en parte, a la donación que hizo la Infanta María Luisa del Parque que lleva su nombre, lo que supuso una gran modernización de Sevilla.
En sus responsabilidades como comisario del Centenario de la Expo´29 se propone que los pabellones de los países que concurran sean permanentes. Pero su organización es muy compleja, no hay un Manual que diga lo que debe hacerse. Está claro que debe abarcar el ámbito Iberoamericano. Están previstos 34 ámbitos de actuación y 200 actividades. También que tenga una duración hasta el 30 de septiembre de 2030.
Como siempre el problema es el dinero y de donde obtenerlo. Con la adecuada planificación todo es posible, sin olvidar que en este tipo de organizaciones siempre existen francotiradores. La participación en la conmemoración se llevará a cabo mediante convenios de adhesión y se organizará uno y varios ciclos de conferencias.
En todo caso hay dos vectores que guían nuestra actuación: uno es nostálgico, esto es, recuperar lo bueno que se hizo en 1929; y el otro es emocional, porque se tenderán lazos a la comunidad Iberoamericana.
La conferencia fue seguida de un animado coloquio.
Tercera conferencia.
En el mismo local del Real Círculo de Labradores y Propietarios tiene lugar la conferencia impartida por Dª Esther Cruces Blanco sobre el “Archivo General de Indias”. Hizo la presentación D. José Pardo de Santayana, destacando que Sevilla no solo la “puerta del mundo”, sino que además tiene el archivo más importante.
Se creó en 1785 por deseo del rey Carlos III, con el objetivo de centralizar en un único lugar la documentación referente a la administración de los territorios ultramarinos españoles hasta entonces dispersa en diversos archivos, ubicados en Simancas, Cádiz y Sevilla. El archivo conserva unos 43 000 legajos, con unas 800 millones de páginas y 8.000 mapas y dibujos que proceden, fundamentalmente, de los organismos encargados de la administración de los territorios de ultramar. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987, junto a la Catedral y el Real Alcázar.
La conferenciante ha trabajado en el Servicio de Archivos durante 43 años y se jubilaba, precisamente, el día que nos daba la conferencia. La documentación que contiene se refiere a tres continentes y tiene 240 años de existencia. Los archivos son el presente conociendo el pasado. Son necesarios para poblar la inmensidad. Sin despreciar la importancia de la electrónica de nuestros días, el Archivo fue pionero en los siglos XV, XVI hasta el XX. Contiene la historia científica, no historicista, y prueba los hechos que ocurrieron. Destacan la importancia de la Monarquía Hispánica en la historia de España.
Se refirió a los documentos que constituyen los archivos, y si hoy existe el Archivo de Indias fue porque se conservaron los archivos de la gestión administrativa de todo lo que ocurría en América. Fueron necesarios para la defensa de los derechos de los ciudadanos. El ejemplo son los Memoriales que se dirigían al Rey. El Archivo se nutre de los archivos de gestión, según se practicaba en las administraciones de Castilla y Aragón.
El archivo no es un almacén de documentos caducos, antes bien, reflejan el contenido de las decisiones que han sido transmitidas de generación en generación y que constituye la obligación del archivero. Puede decirse que los archivos custodian el patrimonio cultural de una nación. Cuando lo crea el Rey Carlos III, no solo es para cumplir funciones administrativas sino para combatir el olvido. Pone la conferenciante el ejemplo de la dana de Valencia y la importancia de los registros de la propiedad para poder reconstruir todo lo que se ha perdido.
El documento tiene varias definiciones, pero en definitiva “lo que no está escrito no existe”. Alude la conferenciante al poder de lo escrito. Tal poder supone su ejercicio y a quien lo ostenta. Los historiadores reclaman documentos para hacer historia. Son necesarios para la toma de decisiones.
La administración de un Imperio requiere de documentos, como lo exigía el régimen colonial de España en América. Se enviaban a Sevilla todo tipo de documentos, incluidas las cartas personales. Es la importancia de la unidad administrativa.
Pero ¿quiénes producían los documentos? En primer lugar, los muchos organismos existentes, después las oficinas de todo tipo, los dos Virreinatos de Nueva España y Perú, y por último las cartas particulares.
No debe olvidarse la existencia de otros archivos tanto españoles como americanos que tenía carácter complementario con el Archivo de Indias. Y cuando se crea el Consejo de Indias, la Casa de la Contratación y la Secretaría de Estado en el régimen borbónico, la necesidad de archivos se hace imprescindible. Se distinguió entre Indias orientales e Indias occidentales y se recibía documentación de tres continentes: Europa (Castilla y Aragón), América y Asia.
Fue la necesidad administrativa la causa de la creación del Archivo de Indias. Fue el gran proyecto de la Ilustración. En la actualidad está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En sus seis registros se abarca la memoria del mundo. Sus Ordenanzas son de 1790 y pueden consultarse. Hubo una persona, Juan Bautista Muñoz, que fue esencial para que el Archivo se instalase en Sevilla.
El Archivo cumple todas las ordenanzas sobre archivos y está abierto a todo tipo de trabajos. Recibe una media de 40.000 visitas al mes y organiza todo tipo de exposiciones, pues conserva la historia de tres continentes.
La conferencia fue seguida de un animado coloquio.
Visita al Palacio de las Dueñas.
El Palacio de las Dueñas debe su nombre a que esta junto al Convento de Santa María de las Dueñas, fundado en 1251 y en el que nos alojamos. Pertenece a la casa de Alba, junto al Palacio de Liria en Madrid y de Monterrey en Salamanca. Fue construido en el siglo XV y reformado entre finales de este siglo y principios del XVI. Es de estilo gótico–mudéjar y renacentista. Alberga una gran colección de pintura, escultura y artes decorativas de entre los siglos XVI y XX. Por su valor histórico y artístico, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931. En 2016, Carlos Fitz-James , actual duque de Alba, autorizó las visitas al palacio.
La portada del Palacio fue construida por el XII duque de Alba, cuando se encontraba en Sevilla en 1771 y en ella se encuentra su escudo. En el siglo XIX, el entonces duque de Alba, quien residía la mayor parte de tiempo en el extranjero, dividió un edificio adjunto el palacio en apartamentos, donde vivián unas doce familias vinculadas al palacio. Una de ellas era la del escritor Antonio Machado, de modo que él nació en este edificio en 1875.
Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, XVII duque de Alba, realizó importantes obras de restauración en este palacio en el siglo XX. El palacio ocupa una superficie de 9.000 metros cuadrados, de los cuales unas dos terceras partes están construidas. Cuenta con varios salones, una capilla, una gran colección de obras de arte, cuatro jardines, situados al norte, sur, este y noroeste, y dos patios, el principal y el Patio del Aceite. Uno de estos espacios es el Jardín de los Limoneros (“… mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla donde madura el limonero…”).
Al entrar se encuentra el primer jardín, que tiene plantaciones de naranjos, palmeras y arrayanes. El apeadero del palacio es del siglo XVIII. Los pilares se asientan sobre cipos romanos. En él se encuentran varias esculturas y bustos romanos: cabeza de fauno, cabeza de Nerón, cabeza de druso, cabeza de Tiberio, cabeza romana, busto de general romano, emperador Trajano, busto del emperador Augusto togado, Príapo y una Diana cazadora. En el apeadero también hay dos tapices con el escudo del duque del siglo XVIII y cuatro reposteros de tela con el escudo del duque del siglo XIX. Junto al apeadero hay una estancia con diversos cuadros.
Junto al apeadero hay una sala con cabezas de toros y cuadros relacionados con el toreo. En esta sala hay siete cuadros de toreo de Joaquín Díez del siglo XIX. Además hay una serie de tres cuadros de toros en las dehesas de autor anónimo del siglo XIX. Aparte, hay un cuadro titulado Mujer con traje azul asomada a un balcón y otro titulado Mujer asomada a un balcón morisco con mantón rojo, realizados por Manuel de la Rosa en el siglo XIX. También hay dos carteles antiguos de las Fiestas de Primavera.
Posteriormente, está el patio principal. Comparte los estándares del patio andaluz. La fuente tiene azulejos de los hermanos Pulido de entre 1530 y 1540 y los elementos pétreos centrales fueron renovados en 1571.
La Capilla es rectangular. Tiene dos tramos de bóvedas con terceletes. Las bóvedas se apoyan sobre repisas decoradas con esculturas de ángeles que portan, respectivamente, en el lado del Evangelio, las tenazas, el martillo, la columna y la Cruz, y, en el lado de la Epístola, la corona de espinas, la Santa Faz y la lanza. Tiene zócalos de azulejos de principios de siglo XVI. Tiene un retablo realizado por Neri di Bicci a finales del siglo XV, con una pintura de Santa Catalina de Siena entre diversos santos.
En el Salón de los Carteles hay carteles antiguos de las Fiestas de Primavera de finales del siglo XIX y principios del XX. También alberga el traje de luces que Curro Romero regaló a la XVIII duquesa de Alba y el capote de José María Dols Samper
Los bienes del palacio están inventariados por la Junta de Andalucía y, al estar considerados patrimonio histórico de Andalucía, el inmueble y los objetos que contiene deben preservarse en su integridad.
Paseo en coche de caballos.
Después de la comida en el Convento salimos andando hasta la Plaza Virgen de los Reyes, donde está la Catedral y la Giralda, para coger unos coches de caballos que nos hicieron un recorrido por Sevilla, incluida la Plaza de España, hasta el muelle donde se encuentra el Centro de Interpretación “Fundación Nao Victoria”.
Cuarta conferencia.
La cuarta conferencia corrió a cargo de Dª Guadalupe Fernández Morente, Doctora en Historia de América y versó sobre el tema de “La primera vuelta al mundo”.
Comenzó aludiendo a los preparativos del viaje sobre los que existe más información que sobre el viaje mismo. Teniendo en cuenta que se preveía una duración de dos años, no podía dejarse nada a la improvisación: vituallas, artículos para intercambiar con los indígenas, material de navegación, instrumentos, mapas, armas, pólvora, dinero, etc.
Afortunadamente se conservan dos testimonios que fueron testigos directos de la gesta. Uno fue Antonio Pigafetta, que hizo un diario de todo lo que ocurría y que, felizmente, fue uno de los que sobrevivieron. Y otro fue el de Francisco Albo, encargado del Diario de Bitácora y en que anotaba las situaciones por las que pasaban, los rumbos, la dirección de los vientos, el estado del mar, etc.
Otra cuestión eran los barcos. En principio eran cinco: San Antonio, Trinidad, Concepción, Victoria y Santiago. El Concepción fue abandonado. El S. Antonio desertó. El Trinidad y el Santiago se abandonaron. Y el Victoria fue el único que llegó a Sevilla. La tripulación era española, portuguesa y de otras nacionalidades. De los 250 tripulantes que salieron solo llegaron 18.
Fue, sin duda, la primera globalización. Y su objetivo era buscar un estrecho por la parte sur de las Indias que permitiese el paso al Océano Pacífico y llegar a las Islas Molucas a través de nuevo mar.
El itinerario recorrido aún hoy es cuestión de asombro. Desde Sevilla fueron a Sanlúcar, donde permanecieron más de cuatro meses. Desde allí a Canarias y concretamente a Tenerife. Dieron el salto hasta Rio de Janeiro en Brasil, procurando no tocar puertos de los portugueses, verdadera obsesión del viaje. Siguieron bajando hacia el sur hasta Punta del Este en Uruguay, después Argentina en el Estuario de la Plata y el Mar de la Plata buscando un estrecho que les permitiera no tener que dar la vuelta por el cono sur, hasta que lo encontraron no sin dificultades: el Estrecho de Magallanes. Desde allí, y ya en el Océano Pacifico, llegaron a las Islas Molucas y volvieron a España atravesando el Pacífico en una travesía que duró meses.
Cuando llegaron a Sevilla, apenas se acordaban de ellos. Magallanes había muerto en un enfrentamiento con los aborígenes y estaba al mando Juan Sebastián Elcano, que escribió una carta al Emperador Carlos V dándole noticia de que habían dado la vuelta al mundo y relatando brevemente el viaje.
En el coloquio la Sra. Fernández relató como ella misma había hecho un viaje en la Nao alrededor del mundo similar al de Magallanes y como les habían recibido de bien en todos los puertos que tocaron, especialmente en las Filipinas. Y es que la Sra. Fernández es hija de D. Ignacio Fernández Vidal, ingeniero que diseñó la réplica de la Nao Victoria y de las tres carabelas y que están en la Rábida.
Después de la conferencia tuvimos ocasión de visitar la Nao Victoria que hay atracada en el muelle y recorrer todas las minúsculas dependencias, pareciendo imposible que en ese cascarón se hubiera podido hacer la hazaña de dar la vuelta al mundo.
Concierto de guitarra.
Una vez terminada la conferencia, fuimos andando hasta el Parque de María Luísa y la Plaza de España donde se encuentra la antigua Capitanía General de Sevilla, conocido como Teatro de la Capitanía, para asistir al concierto-recital de guitarra.
En este punto conviene destacar que el concierto fue organizado con la ayuda de la Cátedra “General Castaño”, que hizo extensiva la invitación para asistir a todos los miembros de la Cátedra, por lo que el salón de actos estaba prácticamente lleno con los participantes en las Jornadas y los miembros de la Cátedra.
Tomó la palabra en primer lugar D. Pablo Delgado de Luque, Coronel Secretario de la Cátedra, que dio la bienvenida a los asistentes y cedió la palabra a Dª Esther Sestelo Longeira, responsable de música de la Fundación. La intervención de esta se dividió en dos partes: para reseñar la trayectoria del guitarrista y para comentar cada una de las piezas que iban a ser interpretadas.
De Eulogio Albalat resaltó el ambiente familiar en que nació muy relacionado con la cultura gallega. Finalizó su carrera en el Conservatorio Superior de Madrid y aunque su destino era el piano, él prefirió la guitarra, habiendo dado clases durante muchos años en el Conservatorio Superior de La Coruña y compatibilizando con conciertos como solista o con orquesta por toda España y el extranjero. Es master en investigación musical por la Universidad Internacional de Valencia, y ha profundizado en el compositor Isaac Albéniz y su relación con el mundo de la guitarra.
En cuanto a las obras que iban a ser interpretadas, la Dra. Sestelo comentó una por una las piezas, destacando su aspecto Iberoamericano, pues incluían piezas de F. Moreno Torroba (España), H. Villa-Lobos (Brasil), J. Cardoso y A. Ramírez (Argentina), M. Ponce Cuellar (Méjico), A. Barrios (Paraguay), e Isaac Albéniz (España: Granada, Asturias, Sevilla).
El concertista fue muy aplaudido. Y es de destacar que interpretó todas las piezas del concierto si valerse de partitura alguna. El acto fue excepcional por el marco en que se celebró y por la calidad del guitarrista por lo que se felicitó a la Dra. Sestelo por su organización.
Paseo por la ciudad de Sevilla.
Al día siguiente, después del desayuno fuimos andando hasta la Catedral pues nos esperaba D. Ignacio Trujillo Berraquero, al que ya conocíamos de la noche del viernes. Nos dio un paseo por los alrededores de la Catedral y nos fue explicando cada lugar y monumento por donde pasábamos, demostrando no solo su conocimiento de la ciudad, sino también su amor por ella. En algunos lugares nos deleitó con poesías que él había compuesto, o contando leyendas. Así visitamos la Plaza de Santa Clara, la Biblioteca Colombina, la Puerta del Perdón de la Catedral, con las esculturas de S. Pedro y S. Pablo, la Puerta de los Santos Colorados, la Puerta principal de la Catedral gótica del siglo XIX, la neogótica Puerta de S. Miguel a la derecha de la puerta principal, el Arenal donde llegaban los barcos que venían de América, la Puerta del Almirantazgo que lleva a la muralla y el río, la Capilla de la Pura y Limpia, las Atarazanas Reales recién restauradas, que recorrimos detenidamente y donde se construían las galeras y los comerciantes guardaban su género, la Capilla de Nª Sª del Rosario, pasamos por delante del Hospital de la Caridad que contiene una importante colección de obras de Murillo y de Valdés Leal, la Torre de la Plata, la Delegación de Hacienda antigua Aduana, la portada de la Real Casa de la Moneda, el antiguo Teatro de Calderón, llegamos al Archivo de Indias, para terminar nuestro recorrido frente a la Catedral junto al monumento a la Inmaculada, que es copia en escultura de la Inmaculada de Murillo.
Misa en el Altar Mayor de la Catedral.
Una vez finalizado el recorrido de la parte vieja de Sevilla de la mano de Ignacio Trujillo, y después de aguardar cola para entrar en la Catedral, oímos Misa en la Capilla Mayor cuyo retablo es una gigantesca obra de arte que fue comenzada por el escultor hispano-flamenco Pedro Dancart en 1481. Está considerado el mayor retablo de la cristiandad, con 26 metros de alto, 18 de ancho y 5 de profundidad y más de 400 m2 de superficie. Representa varios pasajes evangélicos, descritos en más de 200 imágenes, elaboradas en nogal y castaño por lo que se pudiera denominar «El evangelio de madera más grande del mundo», ya que tenía una función didáctica y evangelizadora muy efectiva.
Se lee por filas horizontales llamados cuerpos y de abajo hacia arriba, y la que se lee de arriba hacia abajo es el cuerpo central que es un poco más ancho que el resto. Las figuras van creciendo de tamaño de abajo hacia arriba, para mantener un perspectiva visual coherente; y la razón de tanto detalle, es pensando más que en el ojo humano, en el ojo divino.
Se inició la construcción en 1482 y se realizó a lo largo de más de 80 años, quedando totalmente finalizado en 1564. En él trabajaron de forma sucesiva diversos artistas españoles y extranjeros, entre ellos Alejo Fernández, Jorge Fernández, Roque Balduque, Juan Bautista Vázquez el Viejo y Pedro de Heredia.
Comida en el Convento y despedida.
Finalizada la Misa, volvemos al Convento donde tuvimos la comida y a cuyo término José Pardo de Santayana pronunció unas palabras de agradecimiento a los asistentes y a todos los que habían colaborado en la organización de las Jornadas, que habían resultado espléndidas. Especialmente mencionó a Esther Sestelo, a su mujer Carmen y a Cintia Lamela. También mencionó a Ana y Reyes sin cuya colaboración habría sido imposible su realización. A continuación, Ana tomó la palabra y recitó una poesía confeccionada para la ocasión, que fue muy aplaudida.