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6ª CARTA: DOCUMENTOS BÁSICOS SOBRE EL HUMANISMO
Querido amigo:
Después de haber intentado una primera aproximación a lo que es el humanismo, y hecho mención de quienes pueden ser los principales humanistas, quiero referirme en esta carta a los documentos básicos, de imprescindible conocimiento, para llegar a una comprensión más precisa de lo que estamos exponiendo.
En la página web de la Fundación Tomás Moro, sobre la que seguimos trabajando, habrá una carpeta específica sobre bibliografía. En ella queremos dar cuenta, no solamente de los libros y documentos básicos, sino mantenerla actualizada con todo tipo de referencias o noticias sobre libros, ensayos, artículos, boletines informativos, colaboraciones y otras fuentes de los que vayamos teniendo conocimiento.
En esta carta, me ha parecido que debía trasladarte una referencia a lo que considero “documentos básicos”, es decir, dejando para aquella carpeta la mención de las obras de los humanistas “históricos”, hacer mención a alguna de las obras que me parecen de tal condición, y que estoy utilizando como fuentes de inspiración para escribirte estas cartas, excepción hecha de dos referencias ineludibles: la “Utopía” de Tomás Moro y la “Introducción a la sabiduría” y “Mil lecciones de la historia” de Juan Luís Vives.
Con carácter también histórico, pero de historia contemporánea, sirven de introducción el “Humanismo integral” de Jacques Maritain; “El drama del humanismo ateo” de Henry de Lubac; y la “Defensa de la Hispanidad” y “La crisis del humanismo” de Ramiro de Maeztu.
El Concilio Vaticano II aprobó un documento que podríamos considerar como la “carta magna del humanismo cristiano”: la declaración “Gaudium et spes”, cuya lectura y relectura aportan siempre nuevas ideas y descubrimientos sobre el sentido de la vida en el mundo que vivimos.
El Papa Juan Pablo II en la primera Encíclica de su pontificado, “Redemptor hominis”, hizo un desarrollo actualizado de toda la doctrina católica en la materia, una especie de programa de lo que sería su pontificado y fruto de su experiencia de más de treinta años de defender el humanismo en un país sometido a un régimen comunista. Más adelante, publicaría tres Encíclicas de gran trascendencia moral, histórica y social, algo así como la columna vertebral de su pensamiento: “Veritatis splendor” (1993), en la que analiza los errores contemporáneos sobre la ética, las relaciones entre derecho y moral, y los fundamentos de la moral; “Evangelium vitae” (1995) sobre la cultura de la vida en un análisis con perspectivas históricas a largo plazo; y “Fides et ratio” (1998), en la que reivindica la razón frente al irracionalismo contemporáneo. Todas ellas son, además, el examen y diagnóstico más lúcido sobre la sociedad de nuestro tiempo, que difícilmente encontrarás en otros documentos.
El Cardenal de Toledo D. Marcelo Gonzalez, en el Tomo VIII de sus Obras Completas, recogió una magnífica colección de sus trabajos sobre el humanismo.
Con la caída del comunismo, escenificada en la caída del muro de Berlín, a alguien le puede parecer que el documento de Alexander Solzhenitsyn “El ocaso del valor” haya perdido actualidad. Pero se equivocaría, porque aunque está escrito antes de aquella caída, su valor radica en la crítica que hace de la sociedad de consumo y capitalista, que tiene una vigencia permanente.
El humanismo es también el hilo conductor de los cuatro tomos de las “Obras Completas” de Cruz Martínez Esteruelas, que tendrán una amplia referencia en la Carpeta de bibliografía, antes mencionada, y que contienen la permanente inspiración de muchas de las ideas y perspectivas que recogemos en estas cartas.
Por último, como libros más recientes, puedes consultar el “Humanismo y renacimiento en España” de Domingo Induraín; el titulado “Humanística” de José Larraz; y los dos ensayos de Juan Luís Lorda: “I. Humanismo. Los bienes invisibles” y “II. Humanismo. Tareas del espíritu”, en los que se comprueba como el humanismo, además de tener una proyección en la política (que nosotros buscamos), la tiene también en los problemas cotidianos de la vida ordinaria.
Bueno, querido amigo, no es necesario leas todo esto, por el momento es bastante con que sepas que existe.
Recibe un cordial saludo.
Fernando Díez Moreno
Vicepresidente de la Fundación Tomás Moro[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]