El aborto. El proyecto de Ruiz-Gallardón. XI

El aborto. El proyecto de Ruiz-Gallardón. (XI).

Estamos en el 2011 y el Partido Popular gana con mayoría absoluta las Elecciones Generales. ¡Qué gran ocasión para poner orden en el tema del aborto! Y además, en su programa electoral se comprometía a modificar la ley socialista de 2010, a la que hicimos mención en nuestra colaboración anterior.

La primera medida fue que el tema pasó del Ministerio de Sanidad al de Justicia, cuyo Ministro era Alberto Ruiz-Gallardón, quien elaboró en 2013 un anteproyecto de Ley que fue presentado al Gobierno el 20 de diciembre y aprobado por unanimidad, por lo que  pasó a informe de los órganos constitucionales, esto es, el Consejo Fiscal, el Consejo General del Poder Judicial y el Consejo de Estado, que los emitieron.

El proyecto llevaba por título “Ley Orgánica de protección del concebido y derechos de las mujeres embarazadas”, lo cual es mucho más acertado que hablar de “interrupción” del embarazo, manipulación del lenguaje para no decir “aborto” y, además, incorrecto gramaticalmente como hemos expuesto en su momento.

Las líneas principales del proyecto podemos resumirlas así: se garantiza que las menores de edad tengan que contar con sus padres durante el proceso; se despenaliza a la mujer que decide interrumpir la gestación; se regula la objeción de conciencia del personal sanitario; y retoma el sistema de supuestos en los que se basaba la Ley del Aborto de 1985, hasta tres veces avalado por el Tribunal Constitucional, y que fue sustituido por el sistema de plazos en la Ley de 2010, recurrida ese mismo año ante el Tribunal Constitucional por el Grupo Parlamentario Popular, y que cuando entre en vigor el nuevo texto quedará derogada. (Como dijimos en su momento, a finales de 2022 no se ha resuelto el recurso).

Y cuando parecía que la nueva Ley iba a ser aprobada, el Presidente Rajoy decide retirarla. Las razones que se dieron para ello fueron que no había consenso con el Partido Socialista ni en el propio Partido Popular. Pero esta motivación no era cierta, porque nunca ha habido consenso con el Partido Socialista en esta cuestión como lo demuestra los dos recursos de inconstitucionalidad que se interpusieron contra la Ley de 1983 y la Ley de 2010, ambas socialistas.

La verdadera razón de la retirada fueron unas encuestas (que no se hicieron públicas) que pronosticaban una bajada de intención de voto si se aprobaba el proyecto. Pero no había encuestas que pronosticaran la bajada de intención de voto en caso de retirada del proyecto. El final era un resultado de suma y resta, de veinte votos por veinte monedas por las que el Partido Popular vendió sus valores morales, sus convicciones y sus ideales.

¡Qué desolación que una cuestión que afecta a 100.000 vidas anuales en España, concebidas aunque no nacidas, dependa de las encuestas! En mi caso personal, me pareció tal sinsentido que dimití como Vocal de la Junta Directiva Nacional y me di de baja en el Partido, después de haberle prestado importantes servicios desde 1977.

Y llegamos al final del proceso con la nueva ley de 2022 que comentaremos en la siguiente colaboración.

 

Ir arriba