En el artículo anterior me referí a lo que es la familia para el humanismo y
anticipaba que en este aportaría datos sobre la crisis de la familia.
Ante todo, deseo hacer una declaración inicial: creo que la familia sigue siendo una
institución fuerte, establecida sólidamente en las conciencias y en las costumbres, el
primer y último apoyo y refugio del hombre, y en la que nos sentimos realizados
vitalmente. Así, creo yo, que es en la mayor parte de las familias y que la "crisis"
afecta a una parte, muy lejos de representar la situación general y normal. Dicho de
otra manera, la mayoría de nuestras familias son normales.
Lo anterior no impide reconocer los tiempos de cambio que vive la familia, y cuyos
factores son, entre otros muchos, la disminución del número de hijos; el aumento de
personas de tercera y de cuarta edad; el trabajo de la mujer fuera del hogar y la
necesidad de conciliarlo con el trabajo doméstico; el aumento de la capacidad de
consumo como consecuencia de los mayores recursos disponibles; las mayores
posibilidades de ocio; la mejora de las condiciones de la educación; la mayor libertad
social; la pérdida de creencias y práctica religiosa. A estos factores podrías añadir,
amable lector, otros derivados de tu propia experiencia personal.
Los factores de cambio que hemos identificado más arriba son eso, factores de
cambio, como cambios ha habido en todas las etapas de la historia. Pero ahora hay más
factores y aquí aporto los datos, referidos a España, pero que son muy similares en el
resto de Europa.
Los divorcios han aumentado de forma exponencial: en España se ha pasado de
20.000 en 1982 (un año después de su legalización) a unos 90.000 en el año 2012. Y,
como consecuencia de la "ey expres", en tan sólo dos años la tasa de divorcios se
multiplicó por 2,5 en nuestro país.
Como dije en el artículo anterior, la familia es única como modelo, pero han
proliferado todo tipo de "modelos" de familia que no son sino sucedáneos que quieren
apropiarse del prestigio de la institución. Así: nuclear o moderna; extensa o
tradicional; monoparental; homoparental; de padres separados; ensamblada,
reconstituida o mixta; de acogida; sin hijos por elección, entre otras.
Otra tendencia preocupante es el porcentaje de niños que nacen fuera del
matrimonio, fenómeno cuyas negativas consecuencias individuales y sociales están
más que documentadas y todos las conocemos directa o indirectamente. Pues bien,
mientras que en 1980 sólo el 4% de los niños nacían fuera del matrimonio, hoy la cifra
se acerca al 50%.
Otro indicador inquietante es la crisis de compromiso personal que hace que los
jóvenes se casen tarde, no se casen o no tengan hijos, consideraciones económicas
aparte. En 1980 la edad media con que los jóvenes se casaban era de 25 años; hoy es
de 37 años.
Asimismo, el índice de fecundidad ha pasado de 2,2 a 1,2. Llamo la atención sobre
la evolución de la tasa de natalidad en España. Está admitido que la tasa de equilibrio
demográfico es de 2,1 hijos/mujer. En España la tasa bajó del 1,46 en 2008 al 1,38 en
2011. De seguir en estos términos, se calcula estadísticamente que, en el año 2050, que
no está tan lejos como parece, habrá igual número de trabajadores que de pensionistas,
es decir, que cada empleado deberá cotizar para mantener a un pensionista, y eso sin
considerar el problema del paro.
Y mientras tanto, las cifras del aborto no paran de crecer. Según cifras oficiales, los
abortos en España han superado la cifra de los 100.000 al año, con una izquierda que
los promueve con todo tipo de propaganda, y un Tribunal Constitucional que lo
santifica. La cifra anterior significa 274 abortos diarios, incluídos sábado y domingos.
Y, por último, el número medio de miembros por hogar ha pasado de 3,6 a 2,5.
Como consecuencia de todo ello, los hogares unipersonales han pasado del 10% al
26%, en lo que va camino de convertirse en una epidemia de soledad sin precedentes
en la cultura tradicional española.
Lo anterior no es solo consecuencia de los factores de cambio. Obedecen también a
un programa ideológico del que te hablaré en el próximo artículo.