Publicación de << breve historia de la fundación Tomas Moro >>

La Fundación Tomas Moro acaba de publicar el libro “Breve historia de la Fundación Tomas Moro” de Fernando Díez Moreno, gracias a la generosidad de Vicente López-Ibor Mayor.
El título puede llamar a engaño, pues no se trata de una “breve” sino de una “completa” historia de la Fundación. Está precedida de un Prólogo del actual Presidente José Pardo de Santayana, en el que se describe pormenorizadamente el contenido del libro y se hace eco de la nueva etapa que la Fundación ha iniciado en el año 2018, fiel a su origen y a su historia y al servicio de la tarea de transmitir el humanismo cristiano.
A lo largo de seis capítulos el libro desgrana una historia que comenzó antes de 1980 y que se ha desarrollado a lo largo de casi cuarenta años.

En el Capítulo I se da cuenta de las tres etapas que ha vivido la Fundación, centradas en los Presidentes que tuvo. La primera, con el fundador, Cruz Martínez Esteruelas hasta el año 2000 en que falleció. Le sucedió en la presidencia José Claro Fernández Carnicero hasta el año 2007 en que hubo de cesar por incompatibilidad con su cargo de Vocal del Consejo General del Poder Judicial. A este le sucedió José María Sánchez hasta 2017 en que pasó a desempeñar una vocalía en el gabinete de un Juez del Tribunal General de la Unión Europea con sede en Luxemburgo. A partir de ese momento desempeña la presidencia José Pardo de Santayana.

El Capítulo II se refiere a la constitución de la Fundación, haciendo referencia al contexto social y político que se vivía en España a comienzos de los años 80, con el agotamiento del partido político que apoyaba al Gobierno, la UCD, y el triunfo inminente del Partido Socialista. Se hace referencia a la escritura pública fundacional; a quienes intervinieron en ella como fundadores, con indicación de su procedencia; y a los estatutos de la Fundación distinguiendo los aspectos definitorios (naturaleza jurídica, objeto, beneficiarios, domicilio y régimen jurídico), los aspectos organizativos (la Junta de Fundadores, el Patronato y sus competencias y el Secretario General), así como otros aspectos de la organización (capital, patrimonio, cuentas, destino en caso de disolución y personal).
Es de destacar que el objeto de la Fundación según la Escritura de constitución sería “la promoción de toda clase de estudios y actividades, sin determinación expresa de beneficiarios, dedicados a la investigación, desarrollo, divulgación y proyección social de una corriente de opinión inspirada en los ideales y doctrinas que conformen el humanismo cristiano; y, secundariamente, la concesión de becas, auxilios, bolsas de viaje, o cualquier otro tipo de ayuda para la realización de los estudios con la indicada finalidad, o para la satisfacción de necesidades intelectuales relacionadas con aquella; y, en general, todas aquellas actividades que de manera directa o indirecta se relacionen con los expresados fines”. Se trata de “promover una corriente de pensamiento de contenido humanista que dé respuesta a los problemas e interrogantes de la hora presente. Una alternativa que parta del hombre, de su naturaleza trascendente, de sus necesidades, de sus aspiraciones; que sitúe el acento en la condición humana y en los perfiles humanos de la comunidad; que aporte asimismo, una perspectiva cristiana al humanismo contemporáneo”.

En el Capítulo III se responde a la pregunta de por qué se llama “Tomas Moro” la Fundación. Se señalan los motivos; se hace una breve semblanza de Tomas Moro (su personalidad, su condición de hombre público, su actitud ante la política y el poder, su honestidad e integridad, su condición de Patrono de los Políticos y de la paradoja moreana); se establece después una comparación o similitud entre Tomas Moro y Cruz Martínez Esteruelas, y por qué este lo eligió como nombre de la Fundación.

En el Capítulo IV se da cuenta de un acontecimiento singular. Con motivo de cumplirse el X Aniversario de la Fundación se organizó un homenaje a su fundador y se pidió a diversas personas de todos los ámbitos de la vida social y política que escribiesen una carta adhiriéndose al homenaje. Más de cincuenta lo hicieron. Se hace mención de todos ellos y luego se recoge el texto de la misiva, pero sin indicación de su autor. Además se hace la distinción entre quienes opinaban desde fuera y las opiniones de los alumnos de la propia Fundación. Constituye, sin duda alguna, la mejor valoración que quepa imaginar sobre la actividad de la Fundación y de la persona del fundador.

El Capítulo V es el más extenso pues en él se da cuenta de todas las actividades llevadas a cabo por la Fundación, año tras año, durante los casi cuarenta de existencia. Pudiera parecer algo tedioso su lectura, pero se ha querido dejar constancia de tales actividades como ejemplo y modelo de continuidad en el cumplimiento del objetivo que se había fijado la Fundación desde su constitución. El mensaje que este Capítulo pretende dejar es que, al margen de las obligaciones y deberes profesionales que cada uno tenga, y en los que debe poner su inteligencia y su voluntad, su vida no debe limitarse a cumplir esos deberes y obligaciones sino que debe, además, buscar la cultura, el enriquecimiento personal, y la propia realización en el humanismo. Estamos seguros de que el lector no dejará de sorprenderse de la intensa actividad desplegada por la Fundación, a pesar de las dificultades y la austeridad de sus medios económicos.

En el Capítulo VI se mencionan las publicaciones de la Fundación en torno a las Colecciones de “Nueva Utopía”, “La calandria”, el “Anuario de Estudios Humanistas”, el Diccionario Jurídico y los libros editados. Especialmente las Coleccione son el resultado de recoger las conferencias, ponencias o trabajos presentados en los ciclos, seminarios o encuentros celebrados, aunque no todos fueran recopilados. Dentro de los libros editados cabe destacar el “Diccionario Jurídico” editado por Espasa-Calpe, que requirió varios años de trabajo para coordinar a 109 profesionales del Derecho, que elaboraron 2.500 voces y que tuvo tres ediciones. El Diccionario logró una gran difusión en España e Iberoamérica, y durante muchos años fue la obra única en su género.
Además, las “Obras Completas” de Cruz Martínez Esteruelas, presentadas en el año 2006 en la sede de la Fundación Juan March, de la que Cruz había sido Director-Gerente, en cuatro Tomos que recogen todos sus libros y ensayos.
Finalmente, en 2017 se presentó en el salón de Pasos Perdido del Palacio del Senado el libro “Cruz Martínez Esteruelas, discursos parlamentarios de un Procurador en Cortes. 1965-1976”, publicado por el Servicio de Publicaciones del Congreso de los Diputados, que recoge los discursos parlamentarios de Martínez Esteruelas. El acto constituyó además un Homenaje Académico a Claro José Fernández-Carnicero.

Por último, el Capítulo VII, o Epílogo, contiene una síntesis de lo que es el humanismo cristiano, que a modo de resumen de toda la tarea realizada durante los años de su existencia, pueda orientar al lector y darle una idea concreta de su contenido y de los principios y criterios orientadores de la actividad de la Fundación.

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